
Miercoles | 20 de Enero de 2021
Gran parte de la violencia contra los niños y niñas se oculta a la vista del público y, a su vez, es tolerada. Sólo una pequeña parte es denunciada a la justicia e investigada por los órganos competentes, y pocos agresores son procesados.
Mucha de la violencia doméstica se esconde o no se informa debido a la vergüenza, el miedo o el hecho de que está naturalizada por la sociedad. Una de las principales fuentes de información para conocer y analizar la dimensión del maltrato infantil en Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay son las estadísticas oficiales de denuncias que quedan registradas en la policía, los hospitales y los servicios sociales que atienden a niños y niñas.
Estas son apenas la punta del iceberg del real problema de la violencia en la familia: existe una magnitud oculta a la que no es posible acceder por la vía de las denuncias. Las investigaciones sobre maltrato infantil intentan contar con cifras que se acerquen a la realidad del fenómeno. La falta de homologación de la metodología con la que se miden las diferentes formas de maltrato y las divergencias en las muestras, han hecho imposible hablar de cifras comparables.
El maltrato le hace mal a niños y niñas: representa una de las vulneraciones más grandes a sus derechos humanos cometida por los padres y/o adultos a su cargo; puede incluir violencia física, sexual y psicológica, así como también desatención deliberada y castigos crueles y humillantes. Cuando se produce violencia contra los niños y niñas, las heridas físicas pueden desaparecer, pero las secuelas sicológicas no.
La violencia afecta su salud física y mental, pone en peligro su capacidad para aprender y socializar, y afecta el desarrollo afectivo y relacional a lo largo de la vida.
Las ciudades capitales de Argentina, Paraguay, Chile y Uruguay son escenarios de una campaña regional de UNICEF para detener la violencia doméstica hacia los chicos y las chicas. Un grupo de “estatuas vivientes” intervinieron las calles de Buenos Aires, Asunción, Santiago de Chile y Montevideo para mostrar formas habituales de violencia que los adultos ejercen sobre los chicos. Estas intervenciones fueron grabadas en simultáneo y forman parte de la campaña #FinAlMaltrato que ya circula en las redes sociales, con el objetivo de generar conciencia en la población y erradicar la violencia.
Fuente: UNICEF
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